Se trata de un modelo integrador que entiende el sufrimiento psicológico de todos nosotros, y en especial de los niños, como relacionado con el entorno socio-familiar y las experiencias traumáticas vividas.

Es un modelo que integra la Teoría del Trauma con la Teoría del Apego, las modernas aportaciones de la neurociencia interpersonal y la visión sistémica.

Un tratamiento en fases enfocado a la resiliencia del paciente y en el que el común denominador del terapeuta como figura de apego seguro es esencial.

De gran utilidad en todos aquellos casos donde las disfunciones comportamentales y psicológicas del niño y/o adolescente están en relación con historia de trauma y con conflictividad familiar.